Viernes 2 de mayo 2025

2 DE MAYO VIERNES II DE PASCUA SAN ATANASIO OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA

Del común de pastores para un santo obispo, y del común de doctores de la Iglesia. Salterio II.

SAN ATANASIO, obispo y doctor de la Iglesia. (MEMORIA).

Nació en Alejandría el año 295; en el Concilio de Nicea acompañó al obispo Alejandro, del que fue luego sucesor. Luchó incansablemente contra la herejía de los arrianos, lo cual le acarreó muchos sufrimientos y ser desterrado varias veces. Escribió importantes obras en defensa y explicación de la fe ortodoxa. Murió el año 373.

OFICIO DE LECTURA

INVITATORIO 

Si ésta es la primera oración del día:

V. Señor abre mis labios

R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:

Ant. Venid, adoremos al Señor, fuente de la sabiduría. Aleluya.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,

soberano de todos los dioses:

tiene en su mano las simas de la tierra,

son suyas las cumbres de los montes;

suyo es el mar, porque él lo hizo,

la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masá en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba

y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años

aquella generación me repugnó, y dije:

Es un pueblo de corazón extraviado,

que no reconoce mi camino;

por eso he jurado en mi cólera

que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Venid, adoremos al Señor, fuente de la sabiduría. Aleluya.


Si antes se ha rezado ya alguna otra Hora:

V. Dios mío, ven en mi auxilio

R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: HONDO SABER DE DIOS FUE VUESTRA CIENCIA

Hondo saber de Dios fue vuestra ciencia.
su espíritu de verdad os dio a beberla
en la Revelación, que es su presencia
en velos de palabra siempre nueva.

Abristeis el camino para hallarla
a todo el que de Dios hambre tenía,
palabra del Señor que, al contemplarla,
enciende nuestras luces que iluminan.

Saber de Dios en vida convertido
es la virtud del justo, que, a su tiempo,
si Dios le dio la luz, fue lo debido
que fuera su verdad, su pensamiento.

Demos gracias a Dios humildemente,
y al Hijo, su verdad que a todos guía,
dejemos que su Luz, faro esplendente,
nos guíe por el mar de nuestra vida. Amén. SALMODIA Ant. 1. Señor, no me castigues con cólera. Salmo 37 I – ORACIÓN DE UN PECADOR EN PELIGRO DE MUERTE Señor, no me corrijas con ira,no me castigues con cólera;tus flechas se me han clavado,tu mano pesa sobre mí; no hay parte ilesa en mi carnea causa de tu furor,no tienen descanso mis huesosa causa de mis pecados; mis culpas sobrepasan mi cabeza,son un peso superior a mis fuerzas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. Señor, no me castigues con cólera. Ant. 2. Señor, todas mis ansias están en tu presencia. Aleluya. Salmo 37 II Mis llagas están podridas y supuranpor causa de mi insensatez;voy encorvado y encogido,todo el día camino sombrío; tengo las espaldas ardiendo,no hay parte ilesa en mi carne;estoy agotado, deshecho del todo;rujo con más fuerza que un león. Señor mío, todas mis ansias están en tu presencia,no se te ocultan mis gemidos;siento palpitar mi corazón,me abandonan las fuerzas,y me falta hasta la luz de los ojos. Mis amigos y compañeros se alejan de mí,mis parientes se quedan a distancia;me tienden lazos los que atentan contra mí,los que desean mi daño me amenazan de muerte,todo el día murmuran traiciones. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. Señor, todas mis ansias están en tu presencia. Aleluya. Ant. 3. Yo te confieso mi culpa, no me abandones, Señor, Dios mío. Aleluya. Salmo 37 III Pero yo, como un sordo, no oigo;como un mudo, no abro la boca;soy como uno que no oyey no puede replicar. En ti, Señor, espero,y tú me escucharás, Señor, Dios mío;esto pido: que no se alegren por mi causa,que, cuando resbale mi pie, no canten triunfo. Porque yo estoy a punto de caer,y mi pena no se aparta de mí:yo confieso mi culpa,me aflige mi pecado. Mis enemigos mortales son poderosos,son muchos los que me aborrecen sin razón,los que me pagan males por bienes,los que me atacan cuando procuro el bien. No me abandones, Señor,Dios mío, no te quedes lejos;ven aprisa a socorrerme,Señor mío, mi salvación. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. Yo te confieso mi culpa, no me abandones, Señor, Dios mío. Aleluya. V. En tu resurrección, oh Cristo. Aleluya.R. El cielo y la tierra se alegran. Aleluya. PRIMERA LECTURADel libro del Apocalipsis 4, 1-11 VISIÓN DE DIOS Yo, Juan, tuve una visión: Vi una puerta abierta en el cielo, y la voz que había oído antes, semejante al sonido de una trompeta, me hablaba y decía: «Sube acá, y te mostraré lo que ha de suceder después de esto.» Al punto fui arrebatado en espíritu, y vi un trono levantado en el cielo y Alguien estaba sentado en el trono. El que estaba en el trono tenía el aspecto semejante al de una piedra de jaspe y cornalina; y un arco iris, como de esmeralda, formaba un nimbo sobre el trono. Alrededor de este trono vi otros veinticuatro tronos; y sobre los tronos estaban sentados veinticuatro ancianos, vestidos con túnicas blancas y con coronas de oro sobre sus cabezas. Del trono salían relámpagos, y voces y truenos. Y siete lámparas de fuego, que son los siete espíritus de Dios, ardían delante del trono. Delante del trono había como un mar transparente, semejante al cristal. En medio, en torno al trono, había cuatro seres, llenos de ojos por todas partes. El primer ser era como un león, el segundo ser como un toro, el tercer ser tenía semblante como de hombre, y el cuarto ser era como un águila en vuelo.y los cuatro seres tenían cada uno seis alas alrededor, y por dentro estaban llenos de ojos. Y no se daban reposo día y noche, diciendo: «Santo, santo, santo es el Señor Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que va a venir.» Y, cada vez que los seres dan gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, otras tantas veces se postran los veinticuatro ancianos delante del que está sentado en el trono, adoran al que vive por los siglos de los siglos y arrojan sus coronas delante del trono, diciendo: «Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.» RESPONSORIO Ap 4, 8; Is 6, 3 R. Santo, santo, santo es el Señor Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que va a venir. * llena está la tierra de su gloria. Aleluya.V. Y los serafines gritaban el uno hacia el otro: «Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos.»R. Llena está la tierra de su gloria. Aleluya. 

SEGUNDA LECTURA

De las disertaciones de san Atanasio, obispo
(Disertación sobre la encarnación del Verbo, 8-9: PG 25, 110-111)

LA ENCARNACIÓN DEL VERBO

El Verbo de Dios, incorpóreo e inmune de la corrupción y de la materia, vino al lugar donde habitamos, aunque nunca antes estuvo ausente, ya que nunca hubo parte alguna del mundo privada de su presencia, pues, por su unión con el Padre, lo llenaba todo en todas partes.

Pero vino por su benignidad, en el sentido de que se nos hizo visible. Compadecido de la debilidad de nuestra raza y conmovido por nuestro estado de corrupción, no toleró que la muerte dominara en nosotros ni que pereciera la creación, con lo que hubiera resultado inútil la obra de su Padre al crear al hombre, y por esto tomó para sí un cuerpo como el nuestro, ya que no se contentó con habitar en un cuerpo ni tampoco en hacerse simplemente visible. En efecto, si tan sólo hubiese pretendido hacerse visible, hubiera podido ciertamente asumir un cuerpo más excelente; pero él tomó nuestro mismo cuerpo.

En el seno de la Virgen, se construyó un templo, es decir, su cuerpo, y lo hizo su propio instrumento, en el que había de darse a conocer y habitar; de este modo, habiendo tomado un cuerpo semejante al de cualquiera de nosotros, ya que todos estaban sujetos a la corrupción de la muerte, lo entregó a la muerte por todos, ofreciéndolo al Padre con un amor sin límites; con ello, al morir en su persona todos los hombres, quedó sin vigor la ley de la corrupción que afectaba a todos, ya que agotó toda la eficacia de la muerte en el cuerpo del Señor, y así ya no le quedó fuerza alguna para ensañarse con los demás hombres, semejantes a él; con ello también, hizo de nuevo incorruptibles a los hombres, que habían caído en la corrupción, y los llamó de muerte a vida, consumiendo totalmente en ellos la muerte, con el cuerpo que había asumido y con el poder de su resurrección, del mismo modo que la paja es consumida por el fuego.

Por esta razón asumió un cuerpo mortal: para que este cuerpo, unido al Verbo que está por encima de todo, satisficiera por todos la deuda contraída con la muerte; para que, por el hecho de habitar el Verbo en él, no sucumbiera a la corrupción; y, finalmente, para que, en adelante, por el poder de la resurrección, se vieran ya todos libres de la corrupción.

De ahí que el cuerpo que él había tomado, al entregarlo a la muerte como una hostia y víctima limpia de toda mancha, alejó al momento la muerte de todos los hombres, a los que él se había asemejado, ya que se ofreció en lugar de ellos.

De este modo, el Verbo de Dios, superior a todo lo que existe, ofreciendo en sacrificio su cuerpo, templo e instrumento de su divinidad, pagó con su muerte la deuda que habíamos contraído, y, así, el Hijo de Dios, inmune a la corrupción, por la promesa de la resurrección, hizo partícipes de esta misma inmunidad a todos los hombres, con los que se había hecho una misma cosa por su cuerpo semejante al de ellos.

Es verdad, pues, que la corrupción de la muerte no tiene ya poder alguno sobre los hombres, gracias al Verbo, que habita entre ellos por su encarnación.

RESPONSORIO    Jr 15, 19. 20; 2Pe 2, 1

R. Serás como mi boca, te pondré frente a este pueblo como muralla de bronce inexpugnable; * lucharán contra ti, mas no podrán vencerte, pues yo estoy contigo. Aleluya.
V. Habrá falsos maestros que introducirán sectas perniciosas, y llegarán hasta a negar al Señor que los rescató.
R. Lucharán contra ti, mas no podrán vencerte, pues yo estoy contigo. Aleluya.

ORACIÓN.

OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, que suscitaste a san Atanasio como preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, haz que nosotros, iluminados por sus enseñanzas y ayudados por sus ejemplos, crezcamos en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.

R. Demos gracias a Dios. 

LAUDES

(Oración de la mañana) INVOCACIÓN INICIAL V. Señor, abre mis labiosR. Y mi boca proclamará tu alabanza. INVITATORIO 

Ant. Venid, adoremos al Señor, fuente de la sabiduría. Aleluya.


Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,

soberano de todos los dioses:

tiene en su mano las simas de la tierra,

son suyas las cumbres de los montes;

suyo es el mar, porque él lo hizo,

la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masá en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba

y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años

aquella generación me repugnó, y dije:

Es un pueblo de corazón extraviado,

que no reconoce mi camino;

por eso he jurado en mi cólera

que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Venid, adoremos al Señor, fuente de la sabiduría. Aleluya.

Himno: PARA VOSOTROS, EL MISTERIO DEL PADRE.

Para vosotros, el misterio del Padre;
con vosotros, la luz del Verbo;
en vosotros, la llama del Amor
que es fuego.

¡Hontanares de Dios!,
¡hombres del Evangelio!,
¡humildes inteligencias luminosas!,
¡grandes hombres de barro tierno!

El mundo tiene hambre de infinito
y sed de cielo;
las criaturas nos atan a lo efímero
y nos vamos perdiendo en el tiempo.

Para nosotros,
el misterio que aprendisteis del Padre;
con nosotros, la luz que os dio el Verbo;
en nosotros, el Amor ingénito.

¡Hombres de Cristo, maestros de la Iglesia!
dadnos una vida y un anhelo,
la angustia por la verdad,
por el error el miedo.

Dadnos una vida de rodillas
ante el misterio,
una visión de este mundo de muerte
y una esperanza de cielo.

Padre, te pedimos para la Iglesia
la ciencia de estos maestros. Amén. SALMODIA Ant. 1. Confía, hijo, tus pecados son perdonados. Aleluya. Salmo 50 – CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO Misericordia, Dios mío, por tu bondad;por tu inmensa compasión borra mi culpa;lava del todo mi delito,limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa,tengo siempre presente mi pecado:contra ti, contra ti solo pequé,cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón,en el juicio brillará tu rectitud.Mira, que en la culpa nací,pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero,y en mi interior me inculcas sabiduría.Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría,que se alegren los huesos quebrantados.Aparta de mi pecado tu vista,borra en mí toda culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,renuévame por dentro con espíritu firme;no me arrojes lejos de tu rostro,no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación,afiánzame con espíritu generoso:enseñaré a los malvados tus caminos,los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,Dios, Salvador mío!,y cantará mi lengua tu justicia.Señor, me abrirás los labios,y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen;si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:un corazón quebrantado y humilladotú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión,reconstruye las murallas de Jerusalén:entonces aceptarás los sacrificios rituales,ofrendas y holocaustos,sobre tu altar se inmolarán novillos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. Confía, hijo, tus pecados son perdonados. Aleluya. Ant. 2. Tú, Señor, has salido con Cristo a salvar a tu pueblo. Aleluya. Del libro del Habacuc – Ha 3, 2-4. 13a. 15-19 ¡Señor, he oído tu fama,me ha impresionado tu obra!En medio de los años, realízala;en medio de los años, manifiéstala;en el terremoto acuérdate de la misericordia. El Señor viene de Temán;el Santo, del monte Farán:su resplandor eclipsa el cielo,la tierra se llena de su alabanza;su brillo es como el día,su mano destella velando su poder. Sales a salvar a tu pueblo,a salvar a tu ungido;pisas el mar con tus caballos,revolviendo las aguas del océano. Lo escuché y temblaron mis entrañas,al oírlo se estremecieron mis labios;me entró un escalofrío por los huesos,vacilaban mis piernas al andar.Tranquilo espero el día de la angustiaque sobreviene al pueblo que nos oprime. Aunque la higuera no echa yemasy las viñas no tienen fruto,aunque el olivo olvida su aceitunay los campos no dan cosechas,aunque se acaban las ovejas del redily no quedan vacas en el establo,yo exultaré con el Señor,me gloriaré en Dios mi salvador. El Señor soberano es mi fuerza,él me da piernas de gacelay me hace caminar por las alturas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. Tú, Señor, has salido con Cristo a salvar a tu pueblo. Aleluya. Ant. 3. Alaba a tu Dios, Sión, que ha puesto paz en tus fronteras. Aleluya. Salmo 147 – RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN. Glorifica al Señor, Jerusalén;alaba a tu Dios, Sión:que ha reforzado los cerrojos de tus puertasy ha bendecido a tus hijos dentro de ti;ha puesto paz en tus fronteras,te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra,y su palabra corre veloz;manda la nieve como lana,esparce la escarcha como ceniza; hace caer el hielo como migajasy con el frío congela las aguas;envía una orden, y se derriten;sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob,sus decretos y mandatos a Israel;con ninguna nación obró así,ni les dio a conocer sus mandatos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. Alaba a tu Dios, Sión, que ha puesto paz en tus fronteras. Aleluya. 

LECTURA BREVE   Sb 7, 13-14

Aprendí la sabiduría sin malicia, reparto sin envidia, y no me guardo sus riquezas. Porque es un tesoro inagotable para los hombres: los que lo adquieren se atraen la amistad de Dios, porque el don de su enseñanza los recomienda.

RESPONSORIO BREVE

V. El pueblo cuenta su sabiduría. Aleluya, aleluya.
R. El pueblo cuenta su sabiduría. Aleluya, aleluya.

V. La asamblea pregona su alabanza.
R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El pueblo cuenta su sabiduría. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Los sabios brillarán con esplendor de cielo, y los que enseñan la justicia a las multitudes serán como estrellas por toda la eternidad. Aleluya.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Los sabios brillarán con esplendor de cielo, y los que enseñan la justicia a las multitudes serán como estrellas por toda la eternidad. Aleluya.

PRECES

Demos gracias a Cristo, el buen pastor que entregó la vida por sus ovejas, y supliquémosle diciendo:

Apacienta a tu pueblo, Señor.

Señor Jesucristo, tú que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor,
haz que, por ellos, continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa.

Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único pastor de tu pueblo,
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.

Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los cuerpos y de las almas,
haz que nunca falten en tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas de una vida santa.

Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos,
haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos enseñó:

Padre nuestro…

ORACION

Dios todopoderoso y eterno, que suscitaste a san Atanasio como preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, haz que nosotros, iluminados por sus enseñanzas y ayudados por sus ejemplos, crezcamos en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

R. Amén. 

HORA TERCIA

 V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Himno: ESPÍRITU DE DIOS, LA TIERRA LLENAS Espíritu de Dios, la tierra llenas,las mentes de los hombres las bañas en tu luz,tú que eres Luz de Dios, divino fuego,infunde en todo hombre la fuerza de la cruz. Sé luz resplandeciente en las tinieblasde quienes el pecado sumió en la obscuridad,reúne en la asamblea de los hijoslos justos que te amaron, los muertos por la paz. Acaba en plenitud al Cristo vivo,confirma en el creyente la gracia y el perdón,reúnelos a todos en la Iglesia,testigos jubilosos de la resurrección. Amén. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 118, 73-80 Tus manos me hicieron y me formaron:instrúyeme para que aprenda tus mandatos;tus fieles verán con alegríaque he esperado en tu palabra;reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,que con razón me hiciste sufrir. Que tu bondad me consuele,según la promesa hecha a tu siervo;cuando me alcance tu compasión, viviré,y mis delicias serán tu voluntad;que se avergüencen los insolentes del daño que me hacen;yo meditaré tus decretos. Vuelvan a mí tus fielesque hacen caso de tus preceptos;sea mi corazón perfecto en tus leyes,así no quedaré avergonzado. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 58, 2-6a. 10-11. 17-18: ORACIÓN PIDIENDO LA PROTECCIÓN DE DIOS ANTE LOS ENEMIGOS Líbrame de mi enemigo, Dios mío;protégeme de mis agresores,líbrame de los malhechores,sálvame de los hombres sanguinarios. Mira que me están acechando,y me acosan los poderosos:sin que yo haya pecado ni faltado, Señor,sin culpa mía, avanzan para acometerme. Despierta, ven a mi encuentro, mira:tú, el Señor de los ejércitos,el Dios de Israel. Estoy velando contigo, fuerza mía,porque tú, ¡oh Dios!, eres mi alcázar. Que tu favor se adelante, ¡oh Dios!,y me haga ver la derrota del enemigo. Pero yo cantaré tu fuerza,por la mañana aclamaré tu misericordia;porque has sido mi alcázary mi refugio en el peligro. Y tocaré en tu honor, fuerza mía,porque tú, ¡oh Dios!, eres mi alcázar. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 59 – ORACIÓN DESPUÉS DE UNA CALAMIDAD ¡Oh Dios!, nos rechazaste y rompiste nuestras filas;estabas airado, pero restáuranos.Has sacudido y agrietado el país:repara sus grietas, que se desmorona. Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo,dándole a beber un vino de vértigo;diste a tus fieles la señal de desbandada,haciéndolos huir de los arcos. Para que se salven tus predilectos,que tu mano salvadora nos responda. Dios habló en su santuario:«Triunfante ocuparé Siquén,parcelaré el valle de Sucot; mío es Galaad, mío Manasés,Efraím es yelmo de mi cabeza,Judá es mi cetro; Moab, una jofaina para lavarme;sobre Edom echo mi sandalia,sobre Filistea canto victoria.» Pero ¿quién me guiará a la plaza fuerte,quién me conducirá a Edom,si tú, ¡oh Dios!, nos has rechazadoy no sales ya con nuestras tropas? Auxílianos contra el enemigo,que la ayuda del hombre es inútil.Con Dios haremos proezas,él pisoteará a nuestros enemigos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén. Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE Hch 2, 32. 36 Dios ha resucitado a Jesús; testigos somos todos nosotros. Así, pues, que todo el pueblo de Israel lo sepa con absoluta certeza: Dios ha constituido Señor y Mesías a este mismo Jesús, a quien vosotros habéis crucificado. V. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.R. Y se ha aparecido a Simón. Aleluya. ORACIÓN OREMOS,Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en el patíbulo de la cruz para librarnos del poder del enemigo, te pedimos nos concedas alcanzar la gracia de la resurrección. Por Cristo nuestro Señor.Amén CONCLUSIÓN V. Bendigamos al Señor.R. Demos gracias a Dios. 

HORA SEXTA

 V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Himno: CUANDO LA LUZ DEL DÍA ESTÁ EN SU CUMBRE Cuando la luz del día está en su cumbre,eres, Señor Jesús, luz y alegríade quienes en la fe y en la esperanzacelebran ya la fiesta de la Vida Eres resurrección, palabra y prendade ser y de vivir eternamente;sembradas de esperanzas nuestras vidas,serán en ti cosecha para siempre. Ven ya, Señor Jesús, Salvador nuestro,de tu radiante luz llena este día,camino de alegría y de esperanza,cabal acontecer de nueva vida. Concédenos, oh Padre omnipotente,por tu Hijo Jesucristo, hermano nuestro,vivir ahora el fuego de tu Espíritu,haciendo de esta tierra un cielo nuevo. Amén. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 122 – EL SEÑOR, ESPERANZA DEL PUEBLO A ti levanto mis ojos,a ti que habitas en el cielo.Como están los ojos de los esclavosfijos en las manos de sus señores, como están los ojos de la esclavafijos en las manos de su señora,así están nuestros ojosen el Señor, Dios nuestro,esperando su misericordia. Misericordia, Señor, misericordia,que estamos saciados de desprecios;nuestra alma está saciadadel sarcasmo de los satisfechos,del desprecio de los orgullosos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 123 – NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEÑOR Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte-que lo diga Israel-,si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,cuando nos asaltaban los hombres,nos habrían tragado vivos:tanto ardía su ira contra nosotros. Nos habrían arrollado las aguas,llegándonos el torrente hasta el cuello;nos habrían llegado hasta el cuellolas aguas espumantes. Bendito el Señor, que no nos entregócomo presa a sus dientes;hemos salvado la vida como un pájarode la trampa del cazador:la trampa se rompió y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,que hizo el cielo y la tierra. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 124 – EL SEÑOR VELA POR SU PUEBLO. Los que confían en el Señor son como el monte Sión:no tiembla, está asentado para siempre. Jerusalén está rodeada de montañas,y el Señor rodea a su puebloahora y por siempre. No pesará el cetro de los malvadossobre el lote de los justos,no sea que los justos extiendansu mano a la maldad. Señor, concede bienes a los buenos,a los sinceros de corazón;y a los que se desvían por sendas tortuosas,que los rechace el Señor con los malhechores.¡Paz a Israel! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén. Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE Ga 3, 27-28 Todos los que habéis sido bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judío y gentil, ni entre libre y esclavo, ni entre hombre y mujer: todos sois uno en Cristo Jesús. V. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya.R. Al ver al Señor. Aleluya. ORACIÓN OREMOS,Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en el patíbulo de la cruz para librarnos del poder del enemigo, te pedimos nos concedas alcanzar la gracia de la resurrección. Por Cristo nuestro Señor.Amén CONCLUSIÓN V. Bendigamos al Señor.R. Demos gracias a Dios. 

HORA NONA

 V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Himno: SALVADOR DEL MUNDO Salvador del mundo,Señor de los ángeles:por tu cruz gloriosala muerte venciste. Oh Señor, consérvanoslos dones amablesque, con sufrimientos,tú nos mereciste. Y a quienes a preciode dolor salvaste,llévalos al cielopara que te alaben. Llévanos a todos,Señor, suplicámoste,pues que nos hicistereino de tu Padre. Amén. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 125 – DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA. Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,nos parecía soñar:la boca se nos llenaba de risas,la lengua de cantares. Hasta los gentiles decían:«El Señor ha estado grande con ellos.»El Señor ha estado grande con nosotros,y estamos alegres. Que el Señor cambie nuestra suertecomo los torrentes del Negueb.Los que sembraban con lágrimascosechan entre cantares. Al ir, iban llorando,llevando la semilla;al volver, vuelven cantando,trayendo sus gavillas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 126 – EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS. Si el Señor no construye la casa,en vano se cansan los albañiles;si el Señor no guarda la ciudad,en vano vigilan los centinelas. Es inútil que madruguéis,que veléis hasta muy tarde,los que coméis el pan de vuestros sudores:¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen! La herencia que da el Señor son los hijos;una recompensa es el fruto de las entrañas:son saetas en mano de un guerrerolos hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llenacon ellas su aljaba:no quedará derrotado cuando litiguecon su adversario en la plaza. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 127 – PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO ¡Dichoso el que teme al Señory sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo,serás dichoso, te irá bien;tu mujer, como una vid fecunda,en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo,alrededor de tu mesa:ésta es la bendición del hombreque teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión,que veas la prosperidad de Jerusaléntodos los días de tu vida;que veas a los hijos de tus hijos.¡Paz a Israel! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén. Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE 1Co 5, 7-8 Tirad fuera la levadura vieja para que seáis una masa nueva, ya que ahora sois panes ázimos, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado. Así, pues, celebremos nuestra fiesta no con la vieja levadura ni con levadura de malicia y perversidad, sino con los panes ázimos de pureza y verdad. V. Quédate con nosotros, Señor. Aleluya.R. Porque ya es tarde. Aleluya. ORACIÓN OREMOS,Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en el patíbulo de la cruz para librarnos del poder del enemigo, te pedimos nos concedas alcanzar la gracia de la resurrección. Por Cristo nuestro Señor.Amén CONCLUSIÓN V. Bendigamos al Señor.R. Demos gracias a Dios. 

VÍSPERAS

Oración de la tarde V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. 

Himno: VERBO DE DIOS, ETERNA LUZ DIVINA.

Verbo de Dios, eterna luz divina,
fuente eternal de toda verdad pura,
gloria de Dios, que el cosmos ilumina,
antorcha toda luz en noche oscura.

Palabra eternamente pronunciada
en la mente del Padre, ¡oh regocijo!,
que en el tiempo a los hombres nos fue dada
en el seno de Virgen, hecha Hijo.

Las tinieblas de muerte y de pecado,
en que yacía el hombre, así vencido,
su verdad y su luz han disipado,
con su vida y su muerte ha redimido.

Con destellos de luz que Dios envía,
no dejéis de brillar, faros divinos;
de los hombres y pueblos sed su guía,
proclamad la verdad en los caminos. Amén. SALMODIA Ant. 1. El Señor ha salvado mi vida de los lazos del abismo. Aleluya. Salmo 114 – ACCIÓN DE GRACIAS Amo al Señor, porque escuchami voz suplicante,porque inclina su oído hacia míel día que lo invoco. Me envolvían redes de muerte,me alcanzaron los lazos del abismo,caí en tristeza y angustia.Invoqué el nombre del Señor:«Señor, salva mi vida.» El Señor es benigno y justo,nuestro Dios es compasivo;el Señor guarda a los sencillos:estando yo sin fuerzas me salvó. Alma mía, recobra tu calma,que el Señor fue bueno contigo:arrancó mi vida de la muerte,mis ojos de las lágrimas,mis pies de la caída. Caminaré en presencia del Señoren el país de la vida. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. El Señor ha salvado mi vida de los lazos del abismo. Aleluya. Ant. 2. El Señor guarda a su pueblo como a las niñas de sus ojos. Aleluya. Salmo 120 – EL GUARDIÁN DEL PUEBLO. Levanto mis ojos a los montes:¿de dónde me vendrá el auxilio?El auxilio me viene del Señor,que hizo el cielo y la tierra. No permitirá que resbale tu pie,tu guardián no duerme;no duerme ni reposael guardián de Israel. El Señor te guarda a su sombra,está a tu derecha;de día el sol no te hará daño,ni la luna de noche. El Señor te guarda de todo mal,él guarda tu alma;el Señor guarda tus entradas y salidas,ahora y por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. El Señor guarda a su pueblo como a las niñas de sus ojos. Aleluya. Ant. 3. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Aleluya. Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4 Grandes y maravillosas son tus obras,Señor, Dios omnipotente,justos y verdaderos tus caminos,¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor,y glorificará tu nombre?Porque tú solo eres santo,porque vendrán todas las nacionesy se postrarán en tu acatamiento,porque tus juicios se hicieron manifiestos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Aleluya. 

LECTURA BREVE   St 3, 17-18

La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz; y su fruto es la justicia.

RESPONSORIO BREVE

V. En la asamblea le da la palabra. Aleluya, aleluya.
R. En la asamblea le da la palabra. Aleluya, aleluya.

V. Lo llena de espíritu, sabiduría e inteligencia.
R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la asamblea le da la palabra. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Oh doctor admirable, luz de la Iglesia santa, san Atanasio, fiel cumplidor de la ley, ruega por nosotros al Hijo de Dios. Aleluya.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Oh doctor admirable, luz de la Iglesia santa, san Atanasio, fiel cumplidor de la ley, ruega por nosotros al Hijo de Dios. Aleluya.

PRECES

Glorifiquemos a Cristo, constituido pontífice en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios, y supliquémosle humildemente diciendo:

Salva a tu pueblo, Señor.

Tú que por medio de pastores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia,
haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud.

Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban por el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles,
purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los santos.

Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los consagraste como ministros en bien de sus hermanos,
llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios.

Tú que fuiste la heredad de los santos pastores,
no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva alejado de ti.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Tú que por medio de los pastores de la Iglesia das la vida eterna a tus ovejas para que nadie las arrebate de tu mano,
salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.

Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración:

Padre nuestro…

ORACION

Dios todopoderoso y eterno, que suscitaste a san Atanasio como preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, haz que nosotros, iluminados por sus enseñanzas y ayudados por sus ejemplos, crezcamos en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

R. Amén. 

COMPLETAS

(Oración antes del descanso nocturno) INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderosoy ante vosotros, hermanos,que he pecado muchode pensamiento, palabra, obra y omisión:por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor. V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.R. Amén. Himno: EN TI, SEÑOR, REPOSAN NUESTRAS VIDAS En ti, Señor, reposan nuestras vidasen el descanso santo de la noche;tú nos preparas para la alboraday en el Espíritu Santo nos acoges. En apartadas y lejanas tierrasel sol ha despertado las ciudades;amigo de los hombres, ve sus penasy ensancha de tu amor los manantiales. Vencedor de la muerte y de las sombras,Hijo eterno de Dios, resucitado,líbranos del peligro de la nocheal dormirnos confiados en tus brazos. Amén. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 87 – ORACIÓN DE UN HOMBRE GRAVEMENTE ENFERMO Señor, Dios mío, de día te pido auxilio,de noche grito en tu presencia;llegue hasta ti mi súplica,inclina tu oído a mi clamor. Porque mi alma está colmada de desdichas,y mi vida está al borde del abismo;ya me cuentan con los que bajan a la fosa,soy como un inválido. Tengo mi cama entre los muertos,como los caídos que yacen en el sepulcro,de los cuales ya no guardas memoria,porque fueron arrancados de tu mano. Me has colocado en lo hondo de la fosa,en las tinieblas del fondo;tu cólera pesa sobre mí,me echas encima todas tus olas. Has alejado de mí a mis conocidos,me has hecho repugnante para ellos:encerrado, no puedo salir,y los ojos se me nublan de pesar. Todo el día te estoy invocando,tendiendo las manos hacia ti.¿Harás tú maravillas por los muertos?¿Se alzarán las sombras para darte gracias? ¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,o tu fidelidad en el reino de la muerte?¿Se conocen tus maravillas en la tinieblao tu justicia en el país del olvido? Pero yo te pido auxilio,por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.¿Por qué, Señor, me rechazasy me escondes tu rostro? Desde niño fui desgraciado y enfermo,me doblo bajo el peso de tus terrores,pasó sobre mí tu incendio,tus espantos me han consumido: me rodean como las aguas todo el día,me envuelven todos a una;alejaste de mí amigos y compañeros:mi compañía son las tinieblas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE Jr 14, 9 Tú estás en medio de nosotros, Señor, tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones, Señor Dios nuestro. RESPONSORIO BREVE V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya, aleluya.R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya, aleluya. V. Tú, el Dios leal, nos librarás.R. Aleluya, aleluya. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya, aleluya. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Aleluya. CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa,puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador,a quien has presentado ante todos los pueblos luz para alumbrar a las nacionesy gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Aleluya. ORACIÓN OREMOS,Señor, Dios todopoderoso: ya que con nuestro descanso vamos a imitar a tu Hijo que reposó en el sepulcro, te pedimos que, al levantarnos mañana, lo imitemos también resucitando a una vida nueva. Por Cristo nuestro Señor.Amén BENDICIÓN V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.R. Amén. ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN Reina del cielo, alégrate, aleluya,porque Cristo,a quien llevaste en tu seno, aleluya,ha resucitado, según su palabra, aleluya.Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

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