11 DE OCTUBRE SÁBADO XXVII DEL T. ORDINARIO
De la Feria. Salterio III
OFICIO DE LECTURA
Si el Oficio de Lectura es la primera oración del día:
V. Señor abre mis labiosR. Y mi boca proclamará tu alabanza
Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:
Ant. Del Señor es la tierra y cuanto la llena; venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,demos vítores a la Roca que nos salva;entremos a su presencia dándole gracias,aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,soberano de todos los dioses:tiene en su mano las simas de la tierra,son suyas las cumbres de los montes;suyo es el mar, porque él lo hizo,la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,bendiciendo al Señor, creador nuestro.Porque él es nuestro Dios,y nosotros su pueblo,el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:«No endurezcáis el corazón como en Meribá,como el día de Masá en el desierto;cuando vuestros padres me pusieron a pruebay dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta añosaquella generación me repugnó, y dije:Es un pueblo de corazón extraviado,que no reconoce mi camino;por eso he jurado en mi cóleraque no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Del Señor es la tierra y cuanto la llena; venid, adorémosle.
Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora:
V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: SEÑOR, TÚ QUE LLAMASTE
Señor, tú que llamastedel fondo del no ser todos los seres,prodigios del cincel de tu palabra,imágenes de ti resplandecientes;
Señor, tú que creastela bella nave azul en que naveganlos hijos de los hombres, entre espaciosrepletos de misterio y luz de estrellas;
Señor, tú que nos distela inmensa dignidad de ser tus hijos,no dejes que el pecado y que la muertedestruyan en el hombre el ser divino.
Señor, tú que salvasteal hombre de caer en el vacío,recréanos de nuevo en tu Palabray llámanos de nuevo al paraíso.
Oh Padre, tú que enviasteal mundo de los hombres a tu Hijo,no dejes que se apague en nuestras almasla luz esplendorosa de tu Espíritu. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Dad gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres.
Salmo 106 I – ACCIÓN DE GRACIAS: DIOS SALVA A SU PUEBLO DE LAS CRISIS POR LAS QUE PASA A TRAVÉS DE LA HISTORIA
Dad gracias al Señor porque es bueno,porque es eterna su misericordia.
Que lo confiesen los redimidos por el Señor,los que él rescató de la mano del enemigo,los que reunió de todos los países:norte y sur, oriente y occidente.
Erraban por un desierto solitario,no encontraban el camino de ciudad habitada;pasaban hambre y sed,se les iba agotando la vida;pero gritaron al Señor en su angustia,y los arrancó de la tribulación.
Los guió por un camino derecho,para que llegaran a ciudad habitada.Den gracias al Señor por su misericordia,por las maravillas que hace con los hombres.Calmó el ansia de los sedientos,y a los hambrientos los colmó de bienes.
Yacían en oscuridad y tinieblas,cautivos de hierros y miserias;por haberse rebelado contra los mandamientos,despreciando el plan del Altísimo.
Él humilló su corazón con trabajos,sucumbían y nadie los socorría.Pero gritaron al Señor en su angustia,y los arrancó de la tribulación.
Los sacó de las sombrías tinieblas,arrancó sus cadenas.Den gracias al Señor por su misericordia,por las maravillas que hace con los hombres.Destrozó las puertas de bronce,quebró los cerrojos de hierro.
Estaban enfermos, por sus maldades,por sus culpas eran afligidos;aborrecían todos los manjares,y ya tocaban las puertas de la muerte.Pero gritaron al Señor en su angustia,y los arrancó de la tribulación.
Envió su palabra, para curarlos,para salvarlos de la perdición.Den gracias al Señor por su misericordia,por las maravillas que hace con los hombres.Ofrézcanle sacrificios de alabanza,y cuenten con entusiasmo sus acciones.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres.
Ant 2. Contemplaron las obras de Dios y sus maravillas.
Salmo 106 II
Entraron en naves por el mar,comerciando por las aguas inmensas.Contemplaron las obras de Dios,sus maravillas en el océano.
Él habló y levantó un viento tormentoso,que alzaba las olas a lo alto:subían al cielo, bajaban al abismo,su vida se marchitaba por el mareo,rodaban, se tambaleaban como ebrios,y no les valía su pericia.Pero gritaron al Señor en su angustia,y los arrancó de la tribulación.
Apaciguó la tormenta en suave brisa,y enmudecieron las olas del mar.Se alegraron de aquella bonanza,y él los condujo al ansiado puerto.Den gracias al Señor por su misericordia,por las maravillas que hace con los hombres.
Aclámenlo en la asamblea del pueblo,alábenlo en el consejo de los ancianos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Contemplaron las obras de Dios y sus maravillas.
Ant 3. Los rectos lo ven y se alegran y comprenden la misericordia del Señor.
Salmo 106 III
El transforma los ríos en desierto,los manantiales de agua en aridez;la tierra fértil en marismas,por la depravación de sus habitantes.
Transforma el desierto en estanques,el erial en manantiales de agua.Coloca allí a los hambrientos,y fundan una ciudad para habitar.
Siembran campos, plantan huertos,recogen cosechas.Los bendice, y se multiplican,y no les escatima el ganado.
Si menguan, abatidos por el pesode infortunios y desgracias,el mismo que arroja desprecio sobre los príncipesy los descarría por una soledad sin caminoslevanta a los pobres de la miseriay multiplica sus familias como rebaños.
Los rectos lo ven y se alegran,a la maldad se le tapa la boca.El que sea sabio, que recoja estos hechosy comprenda la misericordia del Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los rectos lo ven y se alegran y comprenden la misericordia del Señor.
V. Tu fidelidad, Señor, llega hasta las nubes.R. Tus sentencias son como el océano inmenso.
PRIMERA LECTURA
Comienza el libro del profeta Sofonías 1, 2-7. 14–2, 3
JUICIO DEL SEÑOR CONTRA JUDÁ
Palabra del Señor que fue dirigida a Sofonías, hijo de Cusí, en tiempo de Josías, hijo de Amón, rey de Judá:
«Arrebataré todo de la superficie de la tierra, arrebataré hombres y animales, arrebataré aves del cielo y peces del mar; haré caer a los idólatras; exterminaré a los hombres de la superficie de la tierra -oráculo del Señor-.
Tenderé mi mano contra Judá, contra los habitantes de Jerusalén, exterminaré de este lugar el resto de los Baales, el nombre de sus sacerdotes y adivinos; a los que adoran sobre las terrazas al ejército de los astros, a los que adoran al Señor y juran por su nombre, y al mismo tiempo juran por Milcom; a los que apostatan del Señor, a los que no lo buscan ni consultan.
¡Silencio delante del Señor!, que se acerca el día del Señor: el Señor ha preparado un sacrificio y ha santificado a sus invitados. Se acerca el día grande del Señor, se acerca con gran rapidez: el día del Señor es más ligero que un fugitivo, más rápido que un soldado. Será un día de cólera, día de angustia y aflicción, día de turbación y espanto, día de oscuridad y tinieblas, día de nublado y sombra, día de trompetas y alaridos, contra las ciudades fortificadas, contra las altas almenas.
Aterraré a los hombres para que caminen como ciegos, porque pecaron contra el Señor; su sangre será arrojada como polvo, sus entrañas como excremento. Ni su plata ni su oro podrán salvarlos en el día de la cólera del Señor; la tierra entera será consumida en el fuego de su venganza, porque llega la destrucción aterradora para todos los habitantes de la tierra.
Agrupaos, congregaos, pueblo despreciable, antes de que seáis arrebatados como el tamo que se disipa en un día. Antes de que os alcance el incendio de la ira del Señor, antes de que os alcance el día de su ira, buscad al Señor, vosotros, los humildes que cumplís sus mandamientos; buscad la justicia, buscad la humildad, quizá podáis quedar seguros el día de la ira del Señor.»
RESPONSORIO So 2, 3; Lc 6, 20
R. Buscad al Señor, vosotros, los humildes que cumplís sus mandamientos; * buscad la justicia, buscad la mansedumbre.V. Dichosos vosotros, los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.R. Buscad la justicia, buscad la mansedumbre.
SEGUNDA LECTURA
De las Homilías de san Gregorio Magno, papa, sobre los Evangelios(Homilía 17, 3. 14: PL 76, 1139-1140. 1146)
NUESTRO MINISTERIO PASTORAL
Escuchemos lo que dice el Señor a los predicadores que envía a sus campos: La mies es mucha, pero los operarios son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que envíe trabajadores a su mies. Por tanto para una mies abundante son pocos los trabajadores; al escuchar esto, no podemos dejar de sentir una gran tristeza, porque hay que reconocer que, si bien hay personas que desean escuchar cosas buenas, faltan, en cambio, quienes se dediquen a anunciarlas. Mirad cómo el mundo está lleno de sacerdotes, y, sin embargo, es muy difícil encontrar un trabajador para la mies del Señor; porque hemos recibido el ministerio sacerdotal, pero no cumplimos con los deberes de este ministerio.
Pensad, pues, amados hermanos, pensad bien en lo que dice el Evangelio: Rogad al Señor de la mies que envíe trabajadores a su mies. Rogad también por nosotros, para que nuestro trabajo en bien vuestro sea fructuoso y para que nuestra voz no deje nunca de exhortaros, no sea que, después de haber recibido el ministerio de la predicación, seamos acusados ante el justo Juez por nuestro silencio. Porque unas veces los predicadores no dejan oír su voz a causa de su propia maldad, otras, en cambio, son los súbditos quienes impiden que la palabra de los que presiden nuestras asambleas llegue al pueblo.
Efectivamente, muchas veces es la propia maldad la que impide a los predicadores levantar su voz, como lo afirma el salmista: Dios dice al pecador: «¿Por qué recitas mis preceptos?» Otras veces, en cambio, son los súbditos quienes impiden que se oiga la voz de los predicadores, como dice el Señor a Ezequiel: Te pegaré la lengua al paladar, te quedarás mudo y no podrás ser su acusador; pues son Casa Rebelde. Como si claramente dijera: «No quiero que prediques, porque este pueblo, con sus obras, me irrita hasta tal punto que se ha hecho indigno de oír la exhortación para convertirse a la verdad.» Es difícil averiguar por culpa de quién deja de llegar al pueblo la palabra del predicador, pero, en cambio, fácilmente se ve cómo el silencio del predicador perjudica siempre al pueblo y, algunas veces, incluso al mismo predicador.
Y hay aún, amados hermanos, otra cosa, en la vida de los pastores, que me aflige sobremanera; pero, a fin de que lo que voy a decir no parezca injurioso para algunos, empiezo por acusarme yo mismo de que, aun sin desearlo, he caído en este defecto, arrastrado sin duda por el ambiente de este calamitoso tiempo en que vivimos.
Me refiero a que nos vemos como arrastrados a vivir de una manera mundana, buscando el honor del ministerio episcopal y abandonando, en cambio, las obligaciones de este ministerio. Descuidamos, en efecto, fácilmente el ministerio de la predicación y, para vergüenza nuestra, nos continuamos llamando obispos; nos place el prestigio que da este nombre, pero, en cambio, no poseemos la virtud que este nombre exige. Así, contemplamos plácidamente cómo los que están bajo nuestro cuidado abandonan a Dios, y nosotros no decimos nada; se hunden en el pecado, y nosotros nada hacemos para darles la mano y sacarlos del abismo.
Pero, ¿cómo podríamos corregir a nuestros hermanos, nosotros, que descuidamos incluso nuestra propia vida? Entregados a las cosas de este mundo, nos vamos volviendo tanto más insensibles a las realidades del espíritu, cuanto mayor empeño ponemos en interesarnos por las cosas visibles.
Por eso dice muy bien la Iglesia, refiriéndose a sus miembros enfermos: Me pusieron a guardar sus viñas; y mi viña, la mía, no la supe guardar. Elegidos como guardas de las viñas, no custodiamos ni tan sólo nuestra propia viña, sino que, entregándonos a cosas ajenas a nuestro oficio, descuidamos los deberes de nuestro ministerio.
RESPONSORIO Lc 10, 2; Sal 61, 9
R. La mies es mucha, pero los operarios son pocos; * rogad al Señor que envíe trabajadores a su mies.V. Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón.R. Rogad al Señor que envíe trabajadores a su mies.
ORACIÓN.
OREMOS,Dios todopoderoso y eterno, que con la magnificencia de tu amor sobrepasas los méritos y aun los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia, para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.Amén
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.R. Demos gracias a Dios.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labiosR. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Del Señor es la tierra y cuanto la llena; venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,demos vítores a la Roca que nos salva;entremos a su presencia dándole gracias,aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,soberano de todos los dioses:tiene en su mano las simas de la tierra,son suyas las cumbres de los montes;suyo es el mar, porque él lo hizo,la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,bendiciendo al Señor, creador nuestro.Porque él es nuestro Dios,y nosotros su pueblo,el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:«No endurezcáis el corazón como en Meribá,como el día de Masá en el desierto;cuando vuestros padres me pusieron a pruebay dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta añosaquella generación me repugnó, y dije:Es un pueblo de corazón extraviado,que no reconoce mi camino;por eso he jurado en mi cóleraque no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Del Señor es la tierra y cuanto la llena; venid, adorémosle.
Himno: CANTEMOS AL SEÑOR CON INDECIBLE GOZO.
Cantemos al Señor con indecible gozo,él guarde la esperanza de nuestro corazón,dejemos la inquietud posar entre sus manos,abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Dichoso será aquel que siempre en él confíaen horas angustiosas de lucha y de aflicción,confiad en el Señor si andáis atribulados,abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Los justos saben bien que Dios siempre nos ama,en penas y alegrías su paz fue su bastión,la fuerza del Señor fue gloria en sus batallas,abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Envíanos, Señor, tu luz esplendorosasi el alma se acongoja en noche y turbación,qué luz, qué dulce paz en Dios el hombre encuentra;abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Recibe, Padre santo, el ruego y la alabanza,que a ti, por Jesucristo y por el Consolador,dirige en comunión tu amada y santa Iglesia;abramos nuestro espíritu a su infinito amor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables.
Salmo 118, 145-152 TE INVOCO DE TODO CORAZÓN
Te invoco de todo corazón;respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;a ti grito: sálvame,y cumpliré tus decretos;me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,esperando tus palabras.
Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,meditando tu promesa;escucha mi voz por tu misericordia,con tus mandamientos dame vida;ya se acercan mis inicuos perseguidores,están lejos de tu voluntad.
Tú, Señor, estás cerca,y todos tus mandatos son estables;hace tiempo comprendí que tus preceptoslos fundaste para siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables.
Ant 2. Mándame tu sabiduría, Señor, para que me asista en mis trabajos.
Cántico: DAME SEÑOR, LA SABIDURÍA Sb 9, 1-6. 9-11
Dios de los padres y Señor de la misericordia,que con tu palabra hiciste todas las cosas,y en tu sabiduría formaste al hombre,para que dominase sobre tus creaturas,y para que rigiese el mundo con santidad y justiciay lo gobernase con rectitud de corazón.
Dame la sabiduría asistente de tu tronoy no me excluyas del número de tus siervos,porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,hombre débil y de pocos años,demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes.
Pues aunque uno sea perfectoentre los hijos de los hombres,sin la sabiduría, que procede de ti,será estimado en nada.
Contigo está la sabiduría conocedora de tus obras,que te asistió cuando hacías el mundo,y que sabe lo que es grato a tus ojosy lo que es recto según tus preceptos.
Mándala de tus santos cielosy de tu trono de gloria envíalapara que me asista en mis trabajosy venga yo a saber lo que te es grato.
Porque ella conoce y entiende todas las cosas,y me guiará prudentemente en mis obras,y me guardará en su esplendor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mándame tu sabiduría, Señor, para que me asista en mis trabajos.
Ant 3. La fidelidad del Señor dura por siempre.
Salmo 116 – INVITACIÓN UNIVERSAL A LA ALABANZA DIVINA.
Alabad al Señor, todas las naciones,aclamadlo, todos los pueblos:
Firme es su misericordia con nosotros,su fidelidad dura por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La fidelidad del Señor dura por siempre.
LECTURA BREVE Flp 2, 14-15
Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha, en medio de esta generación mala y perversa, entre la cual aparecéis como antorchas en el mundo.
RESPONSORIO BREVE
V. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
V. Mi heredad en el país de la vida.R. Tú eres mi refugio.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,porque ha visitado y redimido a su pueblo.suscitándonos una fuerza de salvaciónen la casa de David, su siervo,según lo había predicho desde antiguopor boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigosy de la mano de todos los que nos odian;ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,recordando su santa alianzay el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,arrancados de la mano de los enemigos,le sirvamos con santidad y justicia,en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,porque irás delante del Señora preparar sus caminos,anunciando a su pueblo la salvación,el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,nos visitará el sol que nace de lo alto,para iluminar a los que viven en tinieblay en sombra de muerte,para guiar nuestros pasospor el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte.
PRECES
Invoquemos a Dios por intercesión de María, a quien el Señor colocó por encima de todas las creaturas celestiales y terrenas, diciendo:
Contempla, Señor, a la Madre de tu Hijo y escúchanos.
Padre de misericordia, te damos gracias porque nos has dado a María como madre y ejemplo;santifícanos por su intercesión.
Tú que hiciste que María meditara tus palabras, guardándolas en su corazón, y fuera siempre fidelísima hija tuya,por su intercesión haz que también nosotros seamos de verdad hijos tuyos y discípulos de tu Hijo.
Tú que quisiste que María concibiera por obra del Espíritu Santo,por intercesión de María otórganos los frutos de este mismo Espíritu.
Tú que diste fuerza a María para permanecer junto a la cruz y la llenaste de alegría con la resurrección de tu Hijo,por intercesión de María confórtanos en la tribulación y reanima nuestra esperanza.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Concluyamos nuestras súplicas con la oración que el mismo Cristo nos enseñó:
Padre nuestro…
ORACION
Dios misericordioso, fuente y origen de nuestra salvación, haz que, mientras dure nuestra vida aquí en la tierra, te alabemos constantemente y podamos así participar un día en la alabanza eterna del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.R. Amén.
HORA TERCIA
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: EL TRABAJO, SEÑOR, DE CADA DÍA
El trabajo, Señor, de cada díanos sea por tu amor santificado,convierte su dolor en alegríade amor, que para dar tú nos has dado.
Paciente y larga es nuestra tareaen la noche oscura del amor que espera;dulce huésped del alma, al que flaqueadale tu luz, tu fuerza que aligera.
En el alto gozoso del camino,demos gracias a Dios, que nos concedela esperanza sin fin del don divino;todo lo puede en él quien nada puede. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Da fianza, Señor, en favor de tu siervo.
Salmo 118, 121-128
Practico la justicia y el derecho,no me entregues a mis opresores;da fianza en favor de tu siervo,que no me opriman los insolentes;mis ojos se consumen aguardandotu salvación y tu promesa de justicia.
Trata con misericordia a tu siervo,enséñame tus leyes;yo soy tu siervo: dame inteligencia,y conoceré tus preceptos;es hora de que actúes, Señor:han quebrantado tu voluntad.
Yo amo tus mandatosmás que el oro purísimo;por eso aprecio tus decretosy detesto el camino de la mentira.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Da fianza, Señor, en favor de tu siervo.
Ant 2. Contemplad al Señor y quedaréis radiantes.
Salmo 33 I – EL SEÑOR, SALVACIÓN DE LOS JUSTOS
Bendigo al Señor en todo momento,su alabanza está siempre en mi boca;mi alma se gloría en el Señor:que los humildes lo escuchen y se alegren.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,ensalcemos juntos su nombre.Yo consulté al Señor, y me respondió,me libró de todas mis ansias.
Contempladlo y quedaréis radiantes,vuestro rostro no se avergonzará.Si el afligido invoca al Señor, él lo escuchay lo salva de sus angustias.
El ángel del Señor acampaen torno a sus fieles y los protege.Gustad y ved qué bueno es el Señor,dichoso el que se acoge a él.
Todos sus santos, temed al Señor,porque nada les falta a los que lo temen;los ricos empobrecen y pasan hambre,los que buscan al Señor no carecen de nada.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Contemplad al Señor y quedaréis radiantes.
Ant 3. El Señor está cerca de los atribulados.
Salmo 33 II
Venid, hijos, escuchadme:os instruiré en el temor del Señor;¿hay alguien que ame la viday desee días de prosperidad?
Guarda tu lengua del mal,tus labios de la falsedad;apártate del mal, obra el bien,busca la paz y corre tras ella.
Los ojos del Señor miran a los justos,sus oídos escuchan sus gritos;pero el Señor se enfrenta con los malhechores,para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escuchay lo libra de sus angustias;el Señor está cerca de los atribulados,salva a los abatidos.
Aunque el justo sufra muchos males,de todos lo libra el Señor;él cuida de todos sus huesos,y ni uno solo se quebrará.
La maldad da muerte al malvado,y los que odian al justo serán castigados.El Señor redime a sus siervos,no será castigado quien se acoge a él.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor está cerca de los atribulados.
LECTURA BREVE 1S 15,22
¿Acaso se complace el Señor en los holocaustos y sacrificios, como en la obediencia a la palabra del Señor? Mejor es obedecer que sacrificar, mejor la docilidad que la grasa de los carneros.
V. El que me ofrece acción de gracias, ése me honra.R. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
ORACIÓN
OREMOS.Señor Dios, Padre todopoderoso, infúndenos la luz del Espíritu Santo para que, libres de toda adversidad, podamos alegrarnos siempre en tu alabanza. Por Cristo nuestro Señor.Amén.
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.R. Demos gracias a Dios.
HORA SEXTA
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: ESTE MUNDO DEL HOMBRE EN QUE ÉL SE AFANA.
Este mundo del hombre, en que él se afanatras la felicidad que tanto ansía,tú lo vistes, Señor, de luz tempranay de radiante sol al mediodía.
Así el poder de tu presencia encierrael secreto más hondo de esta vida;un nuevo cielo y una nueva tierracolmarán nuestro anhelo sin medida.
Poderoso Señor de nuestra historia,no tardes en venir gloriosamente;tu luz resplandeciente y tu victoriainunden nuestra vida eternamente. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tú que habitas en el cielo, ten misericordia de nosotros.
Salmo 122 – EL SEÑOR, ESPERANZA DEL PUEBLO
A ti levanto mis ojos,a ti que habitas en el cielo.Como están los ojos de los esclavosfijos en las manos de sus señores,
como están los ojos de la esclavafijos en las manos de su señora,así están nuestros ojosen el Señor, Dios nuestro,esperando su misericordia.
Misericordia, Señor, misericordia,que estamos saciados de desprecios;nuestra alma está saciadadel sarcasmo de los satisfechos,del desprecio de los orgullosos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú que habitas en el cielo, ten misericordia de nosotros.
Ant 2. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Salmo 123 – NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEÑOR
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte-que lo diga Israel-,si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,cuando nos asaltaban los hombres,nos habrían tragado vivos:tanto ardía su ira contra nosotros.
Nos habrían arrollado las aguas,llegándonos el torrente hasta el cuello;nos habrían llegado hasta el cuellolas aguas espumantes.
Bendito el Señor, que no nos entregócomo presa a sus dientes;hemos salvado la vida como un pájarode la trampa del cazador:la trampa se rompió y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,que hizo el cielo y la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Ant 3. El Señor rodea a su pueblo ahora y por siempre.
Salmo 124 – EL SEÑOR VELA POR SU PUEBLO.
Los que confían en el Señor son como el monte Sión:no tiembla, está asentado para siempre.
Jerusalén está rodeada de montañas,y el Señor rodea a su puebloahora y por siempre.
No pesará el cetro de los malvadossobre el lote de los justos,no sea que los justos extiendansu mano a la maldad.
Señor, concede bienes a los buenos,a los sinceros de corazón;y a los que se desvían por sendas tortuosas,que los rechace el Señor con los malhechores.¡Paz a Israel!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor rodea a su pueblo ahora y por siempre.
LECTURA BREVE Ga 5, 26; 6, 2
No busquemos la vanagloria, provocándonos y teniéndonos envidia mutuamente. Ayudaos a llevar mutuamente vuestras cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo.
V. Ved qué paz y qué alegría, convivir los hermanos unidos.R. Allí manda el Señor la bendición.
ORACIÓN
OREMOS.Señor, fuego ardiente de amor eterno, haz que, inflamados en tu amor, te amemos a ti sobre todas las cosas y a nuestro prójimo por amor tuyo. Por Cristo nuestro Señor.Amén.
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.R. Demos gracias a Dios.
HORA NONA
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: DANOS, SEÑOR, LA FIRME VOLUNTAD
Danos, Señor, la firme voluntad,compañera y sostén de la virtud,que sabe en la fatiga hallar quietudy en medio de las sombras claridad:
La que trueca en tesón la veleidad,y el ocio en perennal solicitud,y las ásperas fiebres en saludy los torpes engaños en verdad.
Y así conseguirá mi corazónque los favores que a tu amor debíle ofrezcan algún fruto en galardón.
Y aún tú, Señor, conseguirás asíque no llegue a romper mi confusiónla imagen tuya que pusiste en mi. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Salmo 125 – DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,nos parecía soñar:la boca se nos llenaba de risas,la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían:«El Señor ha estado grande con ellos.»El Señor ha estado grande con nosotros,y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suertecomo los torrentes del Negueb.Los que sembraban con lágrimascosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando,llevando la semilla;al volver, vuelven cantando,trayendo sus gavillas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Ant 2. El Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.
Salmo 126 – EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.
Si el Señor no construye la casa,en vano se cansan los albañiles;si el Señor no guarda la ciudad,en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis,que veléis hasta muy tarde,los que coméis el pan de vuestros sudores:¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;una recompensa es el fruto de las entrañas:son saetas en mano de un guerrerolos hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llenacon ellas su aljaba:no quedará derrotado cuando litiguecon su adversario en la plaza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.
Ant 3. Dichoso el que teme al Señor.
Salmo 127 – PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO
¡Dichoso el que teme al Señory sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,serás dichoso, te irá bien;tu mujer, como una vid fecunda,en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,alrededor de tu mesa:ésta es la bendición del hombreque teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,que veas la prosperidad de Jerusaléntodos los días de tu vida;que veas a los hijos de tus hijos.¡Paz a Israel!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichoso el que teme al Señor.
LECTURA BREVE Mi 6, 8
Se te ha dado a conocer, oh hombre, lo que es bueno, lo que Dios desea de ti: simplemente que practiques la justicia, que ames la misericordia, y que camines humildemente con tu Dios.
V. Mi alegría es el camino de tus preceptos.R. Señor, no olvidaré tus palabras.
ORACIÓN
OREMOS.Escucha, Señor, nuestra oración y danos la abundancia de tu paz, para que, por intercesión de la santísima Virgen María, después de haberte servido durante toda nuestra vida, podamos presentarnos ante ti sin temor alguno. Por Cristo nuestro Señor.Amén.
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.R. Demos gracias a Dios.
I VÍSPERAS(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: HOY ROMPE LA CLAUSURA
Hoy rompe la clausuradel surco empedernidoel grano en él hundidopor nuestra mano dura;y hoy da su flor primerala rama sin pecadodel árbol mutiladopor nuestra mano fiera.
Hoy triunfa el buen Corderoque, en esta tierra impía,se dio con alegríapor el rebaño entero;y hoy junta su extraviadamajada y la conduceal sitio en que relucela luz resucitada.
Hoy surge, viva y fuerte,segura y vencedora,la Vida que hasta ahorayacía en honda muerte;y hoy alza del olvidosin fondo y de la nadaal alma rescataday al mundo redimido. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Desead la paz a Jerusalén.
Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN
¡Qué alegría cuando me dijeron:«Vamos a la casa del Señor»!Ya están pisando nuestros piestus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundadacomo ciudad bien compacta.Allá suben las tribus,las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,a celebrar el nombre del Señor;en ella están los tribunales de justiciaen el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén:«Vivan seguros los que te aman,haya paz dentro de tus muros,seguridad en tus palacios.»
Por mis hermanos y compañeros,voy a decir: «La paz contigo.»Por la casa del Señor, nuestro Dios,te deseo todo bien.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Desead la paz a Jerusalén.
Ant 2. Desde la aurora hasta la noche mi alma aguarda al Señor.
Salmo 129 – DESDE LO HONDO A TI GRITO, SEÑOR.
Desde lo hondo a ti grito, Señor;Señor, escucha mi voz;estén tus oídos atentosa la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,¿quién podrá resistir?Pero de ti procede el perdón,y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,espera en su palabra;mi alma aguarda al Señor,más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,como el centinela la aurora;porque del Señor viene la misericordia,la redención copiosa;y él redimirá a Israelde todos sus delitos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Desde la aurora hasta la noche mi alma aguarda al Señor.
Ant 3. Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL – Flp 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,no hizo alarde de su categoría de Dios,al contrario, se anonadó a sí mismo,y tomó la condición de esclavo,pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,se rebajó hasta someterse incluso a la muertey una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todoy le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se dobleen el cielo, en la tierra, en el abismoy toda lengua proclame:Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
LECTURA BREVE 2Pe 1, 19-21
Tenemos confirmada la palabra profética, a la que hacéis bien en prestar atención, como a lámpara que brilla en lugar oscuro, hasta que despunte el día y salga el lucero de la mañana en vuestro corazón. Ante todo habéis de saber que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada; pues nunca fue proferida alguna por voluntad humana, sino que, llevados del Espíritu Santo, hablaron los hombres de parte de Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
V. Su gloria se eleva sobre los cielos.R. Alabado sea el nombre del Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. ¿No ha vuelto ninguno a dar gloria a Dios, sino este extranjero? Levántate y vete; tu fe te ha salvado.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo,y su misericordia llega a sus fielesde generación en generación.
El hace proezas con su brazo:dispersa a los soberbios de corazón,derriba del trono a los poderososy enaltece a los humildes,a los hambrientos los colma de bienesy a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,acordándose de su misericordia-como lo había prometido a nuestros padres-en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¿No ha vuelto ninguno a dar gloria a Dios, sino este extranjero? Levántate y vete; tu fe te ha salvado.
PRECES
Invoquemos a Cristo, alegría de cuantos se refugian en él, y digámosle:
Míranos y escúchanos, Señor.
Testigo fiel y primogénito de entre los muertos, tú que nos purificaste con tu sangreno permitas que olvidemos nunca tus beneficios.
Haz que aquellos a quienes elegiste como ministros de tu Evangeliosean siempre fieles y celosos dispensadores de los misterios del reino.
Rey de la paz, concede abundantemente tu Espíritu a los que gobiernan las nacionespara que cuiden con interés de los pobres y postergados.
Sé ayuda para cuantos son víctimas de cualquier segregación por causa de su raza, color, condición social, lengua o religióny haz que todos reconozcan su dignidad y respeten sus derechos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
A los que han muerto en tu amor dales también parte en tu felicidadcon María y con todos tus santos.
Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a decir:
Padre nuestro…
ORACION
Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos preceda y acompañe, de manera que estemos dispuestos a obrar siempre el bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.R. Amén.
COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
EXAMEN DE CONCIENCIA
Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
Yo confieso ante Dios todopoderosoy ante vosotros, hermanos,que he pecado muchode pensamiento, palabra, obra y omisión:por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.R. Amén.
Himno: CRISTO, SEÑOR DE LA NOCHE
Cristo, Señor de la noche,que disipas las tinieblas:mientras los cuerpos reposan,se tú nuestro centinela.
Después de tanta fatiga,después de tanta dureza,acógenos en tus brazosy danos noche serena.
Si nuestros ojos se duermen,que el alma esté siempre en vela;en paz cierra nuestros párpadospara que cesen las penas.
Y que al despuntar el alba,otra vez con fuerzas nuevas,te demos gracias, oh Cristo,por la vida que comienza. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.
Salmo 4 – ACCIÓN DE GRACIAS.
Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío;tú que en el aprieto me diste anchura,ten piedad de mí y escucha mi oración.
Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor,amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
Temblad y no pequéis, reflexionaden el silencio de vuestro lecho;ofreced sacrificios legítimosy confiad en el Señor.
Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha,si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?»
Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegríaque si abundara en trigo y en vino.
En paz me acuesto y en seguida me duermo,porque tú sólo, Señor, me haces vivir tranquilo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.
Ant 2. Durante la noche, bendecid al Señor.
Salmo 133 – ORACIÓN VESPERTINA EN EL TEMPLO
Y ahora bendecid al Señor,los siervos del Señor,los que pasáis la nocheen la casa del Señor:
Levantad las manos hacia el santuario,y bendecid al Señor.
El Señor te bendiga desde Sión:el que hizo cielo y tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Durante la noche, bendecid al Señor.
LECTURA BREVE Dt 6,4-7
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria; se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.
RESPONSORIO BREVE
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
V. Tú, el Dios leal, nos librarás.R. Te encomiendo mi espíritu.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa,puedes dejar a tu siervo irse en paz,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,a quien has presentado ante todos los pueblos
luz para alumbrar a las nacionesy gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
ORACION
OREMOSGuárdanos, Señor, durante esta noche y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día, la celebración del domingo nos llene con la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.Amén.
BENDICIÓN
V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.R. Amén.
ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN
Bajo tu amparo nos acogemos,santa Madre de Dios,no desprecies las oracionesque te dirigimos en nuestras necesidades,antes bien líbranos de todo peligro,oh Virgen gloriosa y bendita.
