New Age y …

Iniciando el año como saben muchos hacemos propósitos, de diversa índole, pero algunos de ellos tienen que ver con la salud o la belleza. Sentirnos bien y vernos bien es importante. Pero al margen del tiempo en que nos duran los buenos deseos, me llamó la atención que alguien me envío la pregunta sobre la medicina con “imanes”, después recibí otra relacionada a las “energías” para estar “relajados”, después otra para “estabilizar”, en fin. Así que pensé era una buena oportunidad para hablar un poco de los riesgos que algunas propuestas pueden traerte y no solamente a tu salud sino además contradictorias a nuestra fe católica. El tema lo presenté en mi programa de radio y en video a través de mi página de facebook. Al término una radioescucha me hizo una nota diciéndome que efectivamente en una tienda católica había visto a la venta “un ojo de venado” imaginate!!!!
Es muy importante tratar de estar informados, nunca falta aquel que abusa de la necesidad del hermano, estemos preparados y no nos pongamos en riesgo. Quien entra a estos temas pensando que “nada pasara” terminara creyendo en aquello que lo separa de Dios. El enemigo es astuto.
Presiona el siguiente video, espero sea de ayuda.
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CIC #2117 Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo. (Catecismo Iglesia Católica)
Lo que dice la Sagrada Escritura sobre Médicos y Medicinas, Sirácides (Eclesiástico) 38:1-14
 
“Tenle al médico toda la estima que se merece, debido a sus servicios porque así lo quiso el Señor. 2.La mejoría viene del Altísimo, y es el Rey quien concede el don de sanar. 3.Los conocimientos del médico le permiten andar con la cabeza levantada , hasta los grandes lo admiran. 4.El Señor creó las plantas medicinales que brotan de la tierra: un hombre inteligente no las menosprecia. 5.Acuérdate de aquella madera que endulzó las aguas amargas, y con eso el Señor dio a conocer su poder. 6.El da a los hombres el saber para que lo glorifiquen por los maravillosos remedios que creó. 7.El médico los usa para curar y para quitar el dolor, el farmacéutico hace con ellos sus mezclas. 8.De ese modo las obras del Señor no se han terminado, y continúa difundiéndose el bienestar por la tierra. 9.Hijo mío, cuando estés enfermo no te deprimas: ruégale al Señor para que te cure. 10.Renuncia a tus malas acciones, guarda las manos limpias y purifica tu corazón de cualquier pecado. 11.Ofrécele a Dios el incienso y la harina flor para que te tenga en su memoria, preséntale una ofrenda escogida entre tus bienes. 12.Luego haz que venga el médico, ya que el Señor lo creó; no lo desprecies porque lo necesitas. 13.En algunos casos el restablecimiento pasa por las manos de ellos; 14.rogarán al Señor para que les ayude a encontrar los medios para aliviarte y salvarte la vida. 15.El que peca en presencia de su Creador, ¡que caiga en las manos del médico!”

 

 

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